No fui parte de la era en la que el trabajador no tenía acceso a Internet. Crecí y comencé mi carrera profesional teniendo como principal herramienta a los teléfonos inteligentes, el correo de la empresa en mi celular y el acceso a éste desde cualquier computadora.
Cada vez es más difícil que entendamos la diferencia entre lo público y lo privado, el ámbito personal del profesional y la comunicación interna de la externa. Las redes sociales se han hecho una extensión de nosotros y a través de ellas hacemos del conocimiento de nuestros seguidores, amigos y gente que no conocemos parte de lo que vivimos.
Cuando queremos dar a conocer una buena noticia usamos las redes sociales y queremos que tengan el mayor alcance e impacto posibles, pero cuando se filtra una noticia desafortunada o información que no debería ser conocida por nuestro público los aprietos comienzan.
Casos de mail desafortunados
Con el acceso a internet tenemos la posibilidad de conocer casos de todo el mundo en el que el uso de las redes sociales y un correo desafortunado han puesto en crisis a compañías.
Uno de los ejemplos se llevó a cabo en España. Una empresa dedicada al marketing hotelero y a la reputación on-line abrió una vacante para formar parte del equipo.
Tras recibir varios cvs y luego analizar los casos, dos integrantes del equipo se enviaron correos haciendo alusión a que podían contratar a uno de ellos gratis sin darse cuenta que habían copiado a los aspirantes. Además los llaman de forma despectiva.
La marca se disculpó vía telefónica con ellos y declararon tener contratado a todo su personal y no ser partidarios de esta prácticas ¿les creerías?
Checa el caso completo aquí.
El pedir trabajo vuelve a estar en boca de las personas. También en España, un joven pidió empleo a una casa productora. Envió un mail que los empleadores consideraron genérico y le respondieron de forma poco apropiada, lo que los colocó en el ojo de las redes sociales.
Ante tal escándalo, decidieron hacer una carta en la que se disculpaban y explicaban por qué de acuerdo con ellos el chico que se postulaba había estado mal.
Dicha carta causó la misma polémica ya que consideraron altanera la respuesta por parte de este grupo de jóvenes emprendedores.
Si quieres ver la carta de disculpa da clic aquí.
¿Qué puedo hacer?
Aunque cada empresa se encarga de redactar su código de ética y cuando trabajas en determinada compañía debes alinearte con las políticas de ésta, nunca está de más poner leyendas al enviar mails. Aunque no podrás evitar que la imagen de tu compañía se vea dañada, al poner avisos de privacidad en los que declares que los comentarios emitidos son responsabilidad de quien lo emite, te estarás cubriendo ante posibles altercados. Además es una forma de protegerte ante la ley pues puedes declarar que la información emitida en los correos es de carácter confidencial lo que contribuiría a que puedas ejercer acción legal.
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